por Jaime Hernández
En el marco del Seminario “Democracia y Reglas del Juego. Balance y perspectivas de las normas electorales”, especialistas en procesos electorales y medios de comunicación coincidieron que el proceso electoral efectuado el 5 de julio de 2009 demostró una saturación excesiva de spots de los partidos políticos y autoridades electorales. Por ello, señalaron, deben ponerse en práctica otro tipo de formatos, como los debates. Raúl Trejo Delarbre, investigador de la UNAM, aseveró que el nuevo modelo de comunicación política funcionó de manera óptima, pero no en el gran número de spots transmitidos, por lo que propuso que una porción de los tiempos electorales se utilicen en dos programas semanales de una hora en el cual se difundan y deliberen las propuestas de los partidos.
Por su parte, José Woldenberg, ex presidente consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), indicó que la espotización fue una derivación perversa de la reforma electoral realizada en 2007, por lo cual propuso que en un perfeccionamiento de las reglas electorales se debe apuntar a que una parte de los tiempos del Estado sea utilizada para spots, y otra se aproveche para debates y programas.
En el encuentro que se realiza en el Palacio de Minería, en el Centro Histórico, los días 26, 27 y 28 de agosto, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el Institute for Democracy and Electoral Assistance, la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), y el Instituto de Estudios para la Transición Democrática, Alejandro Madrazo, académico de la UNAM, mencionó que la principal razón de la trasmisión de una gran cantidad de spots en el proceso electoral 2009 fue que por primera vez, gracias a la reforma, fueron transmitidos en las más de 2 mil estaciones de radio y televisión localizadas en todo el país.
Javier Steinou, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó que en el reparto que se hace de los tiempos electorales en medios electrónicos para los partidos políticos y autoridades electorales, también se debería incluir a los ciudadanos.