por Viridiana Villegas Hernández

El reportero se dirigió por la mañana a la colonia Santa Rosa junto con su compañero Amado Morales para darle seguimiento a un altercado surgido porque los panistas fueron sorprendidos al repartir propaganda ilegal por los priístas de los alrededores. “De repente, sentí un jalón; eran cinco, me tiraron al suelo y me patearon, me quitaron todo lo que llevaba: dos cámaras, mis teléfonos, mi cartera, una esclavas de oro. Lo que me quitaron, asciende a unos 50 mil pesos”, resaltó Castillo.
Gaudencio Báez Rivas, uno de los agresores que al momento de su detención -junto a Fredy de Jesús López Romero- portaba una acreditación falsa de reportero del diario Reforma, de la Ciudad de México, más tarde declaró ante las autoridades ser simpatizante del blanquiazul y trailero de oficio.
Los reporteros levantaron una denuncia penal ante el Ministerio Público por daños, robo y lesiones, la investigación fue atraída por la Procuraduría General de la República (PGR), aunque de acuerdo con Castillo y Morales, el abogado del PAN en la entidad, Agustín Hernández Virúes –quien aseguran les ofreció dinero para retirar los cargos- intercedió por los militantes que después de pagar una fianza salieron libres.