Periodistas de medios impresos en Irak marcharon hoy como respuesta al veto interpuesto sobre información gubernamental en su país, después de que varios periódicos informaron sobre el robo millonario de 6.9 millones de dólares al Banco Rafidain, en Bagdad, el 28 de julio, en el que presuntamente están relacionados funcionarios y guardias presidenciales.
Los manifestantes se aglutinaron el viernes frente al mercado del libro Mutanabi Street por considerar que los hechos son un acto de silenciamiento y presión política, además de que recientemente los comunicadores han sido víctimas de agresiones físicas y arrestos al intentar documentar protestas de civiles o ataques “rebeldes”. Afirman que la situación se agrava conforme avanzan las campañas políticas rumbo a las elecciones nacionales en enero próximo.
Fawzi al-Atroushi, viceministro de Cultura, acudió a la manifestación y señaló que “es la tarea esencial de los periodistas revelar la verdad, y estamos contra cualquier tipo de censura a los medios… contra cualquier amenaza hecha contra periodistas''.
Por su parte, Ziyad al-Khafaji, integrante del grupo defensor de los derechos de los medios impresos Journalistic Freedom Observatory, con sede en Bagdad dijo “estamos aquí para rechazar la censura del gobierno o intervención en nuestro trabajo…Los países democráticos no deberían temer a la prensa libre”.
El caso del reportero Ahmed Abdul-Hussein que fue amenazado por un legislador chiíta con ser demandado por publicar un editorial que señalaba a un partido político como cómplice del asalto a mano armada en un banco donde fallecieron ocho guardias de seguridad, y asegurar que casi siete millones de dólares robados fueron destinados para financiar campañas políticas, ha sido una de las razones por las que los periodistas salieron a las calles.
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